Para calmar sus dolores menstruales, Jaqueline Gmack, una mujer brasileña tomó píldoras de ibuprofeno, pero estuvo en coma por 17 días por una reacción.
La mujer de 31 años, originaria de Brasil relató que tenía apenas 48 horas de haberse automedicado, cuando comenzó a sentir un picor en el ojo pero no le dio mucha importancia.
Sin embargo, unas horas después despertó con toda su boca llena de ampollas en el interior y sus síntomas continuaban empeorando, por lo que decidió ir al hospital.
Contó que sentía como si se le estuviera pelando la piel luego de tomar este analgésico que posteriormente le desencadenó un extraño síndrome de Stevens-Johnson.
”Era como si me estuviesen quemando desde dentro y hacia fuera”, explicó.
Jaqueline empeoró en el hospital y pasó los siguientes 17 días en coma; durante ese tiempo fue sometida a un tratamiento para controlar su dolor, para curar su piel que tuvo que regenerarse luego de la hipersensibilidad cutánea aguda generada por el uso del aparentemente inofensivo ibuprofeno; a esto se le conoce como necrólisis epidérmica tóxica o síndrome de Stevens-Johnson.
Esta enfermedad puede llegar a afectar más del 30% de la superficie de la piel, además de generar un extenso daño a las membranas mucosas. Su tasa de mortalidad en adultos es de entre un 20 y un 25%.
Jaqueline Gmack contó su historia mediante un documental titulado “Más allá de la piel: la lucha de Jaque Gmack contra Stevens-Johnson”, que se encuentra disponible en YouTube.