Enrique Quintana: AMLO, el dólar y… las gracias al gobernador del Banxico

La fortaleza del peso en realidad se corresponde con una realidad internacional de debilidad del dólar
La fortaleza del peso en realidad se corresponde con una realidad internacional de debilidad del dólar
La moneda.La fortaleza del peso en realidad se corresponde con una realidad internacional de debilidad del dólar
Nación321
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Enrique Quintana
Director General Editorial de El Financiero.
2021-06-16 |07:05 Hrs.Actualización07:05 Hrs.

En la reunión que el presidente de la República tuvo con los integrantes del Consejo Mexicano de Negocios hace una semana volvió a salir el tema del dólar.

López Obrador considera que la estabilidad del tipo de cambio es una de las expresiones de éxito de su política económica.

Refirió, de hecho, a los empresarios que lo escuchaban, que en los dos años y medio de su gobierno tiene el mejor registro de estabilidad cambiaria de los últimos tiempos.

Veamos.

Consideremos el nivel del dólar hace una semana, cuando expresó estos señalamientos.

En esa fecha, el tipo de cambio Fix estaba en 19.68, por lo que, frente a la paridad que teníamos en el último día hábil de noviembre de 2018, hay una ganancia de 2.7 por ciento.

Pero, incluso, si la comparación la hacemos contra la cifra de ayer, pese a un ligero encarecimiento del dólar, hay una ganancia de 0.5 por ciento.

Veamos ahora qué es lo que pasó en el mismo periodo de Enrique Peña.

Desde el último día hábil de noviembre del 2012 hasta el 15 de junio de 2015, el dólar ya se había encarecido en 19.2 por ciento.

En el lapso equiparable del gobierno de Felipe Calderón, la depreciación había sido de 21.1 por ciento.

En el caso de Fox, el encarecimiento de la divisa norteamericana había sido de 12.5 por ciento para un periodo semejante.

Para el sexenio de Zedillo, en realidad la medición ya no es comparable, pues en sentido estricto no operaba un mercado cambiario plenamente libre en 1994. Sin embargo, del último día hábil de noviembre de 1994 al 15 de junio de 1997, tuvimos un encarecimiento de 129 por ciento en el precio del dólar.

Se pueden encontrar todas las explicaciones a esta diferencia de comportamiento, pero los datos duros señalan que estos poco más de dos años y medio del gobierno de AMLO hemos tenido la mayor estabilidad cambiaria desde que hay un mercado cambiario de libre flotación.

Desde luego que este resultado no se deriva solo de la política fiscal del gobierno federal, sino también y sobre todo de lo que ha hecho el Banco de México.

Si hay un político que entiende y usa los símbolos con gran habilidad es López Obrador, y en términos económicos sabe que uno de los más importantes para la población es la paridad del peso frente al dólar.

Para una parte importante de la gente, la paridad no es solo el precio de nuestra moneda con relación a la divisa dominante, sino la expresión de la salud o del malestar económico.

Claro que nadie puede afirmar que en 2020 tuvimos una buena salud económica, tras haber sufrido la peor caída del PIB desde 1932.

Pero imagine por un momento si ese desplome de la actividad productiva y el empleo se hubiera producido en un contexto de inestabilidad cambiaria.

AMLO no entiende de cómo la paridad se convierte en un ancla que ha limitado las presiones inflacionarias, ni tampoco de que en realidad el tipo de cambio de nuestra moneda tiene que ver con los movimientos de los mercados de dinero de las principales capitales financieras del mundo.

Para él, la paridad estable es la expresión de que la economía no anda tan mal como algunos le dicen.

La fortaleza del peso en realidad se corresponde con una realidad internacional de debilidad del dólar en virtud de una política monetaria expansiva en Estados Unidos y de tasas de interés que están cercanas a cero.

Para AMLO, no obstante, recordando la frase del entonces presidente Calderón, “haiga sido como haiga sido”, sabe que la estabilidad es un activo en términos de su imagen pública.

Quizás no tenga en la mente la frase de otro expresidente, el ya fallecido José López Portillo, que decía: “presidente que devalúa se devalúa”, en una etapa en la que el Banxico no era autónomo y en la que la decisión de la paridad se tomaba en Los Pinos.

No sé en qué proporción un dólar estable le dio votos al partido de AMLO, Morena y sus aliados. Pero, no tengo duda de que es algo que le ayudó.

Pero en lugar de agradecer al Banxico... le dio las gracias al gobernador del banco central.