El próximo domingo 1 de julio será el día más importante de la historia moderna de México, ese día serán las elecciones más grandes que jamás se hayan llevado a cabo en el país; en un solo día 87.8 millones de mexicanos podremos salir a votar, de los cuales más de 10 millones lo harán por primera vez. Ese día los mexicanos decidimos nuestro futuro: 3,400 cargos en disputa: Presidencia, senado, diputaciones, 9 gubernaturas, entre otros.
Si echamos un vistazo atrás podremos ver lo caro que nos ha costado elegir mal. En elecciones del pasado las mayorías equivocadas nos han hecho perder mucho, retroceder y hasta soportar gobernadores ladrones, diputados y senadores irresponsables e incluso presidentes que han dejado mucho que desear.
Que nadie se equivoque. Candidatos, partidos, medios de comunicación, INE y ciudadanos debemos estar muy atentos para no incurrir de nuevo en errores.
El juego se llama responsabilidad. Algo podemos lograr si los candidatos dejan de presumir lo que no son y ocultar lo que son, si dejan de comportarse y hasta bailar como si fueran una sopa o un perfume, si en vez de criticar hacen propuestas serias, nos ayudan a acertar en la elección.
Responsabilidad también para los líderes de opinión, influencers, medios y encuestólogos para que sean honestos, ponderados y profundos en sus opiniones. No puede un columnista del El Universal, por ejemplo, titular su artículo “A Meade le falta confianza en sí mismo” y hablar después de un tema trillado y mal argumentado.
No siempre será posible, sin embargo, que algunos medios sigan y defiendan a capa y espada a sus candidatos y ataquen a quienes no prefieren, o que aparezcan encuestas a modo y que algunos influencers bajo tarifa apoyen a sus clientes.
Responsabilidad también por parte del INE cuyo fundamental reto es que la gente salga a votar con un voto razonado, si no logra que voten más del 65% del padrón, habrá fracasado.
Será inevitable también que algunos candidatos cometan –consciente o inconscientemente- errores, algunos de ellos tan graves y mentirosos como los de Andrés Manuel López Obrador prometiendo dinero a diestra y siniestra, o los de un José Antonio Meade que insiste en seguir funcionando en “modo” PRI o un Ricardo Anaya tratando de alcanzar lo inalcanzable.
Candidatos, partidos y medios podrán cometer errores, incluso equivocaciones graves y aun así podríamos salvar el sexenio, porque la responsabilidad fundamental en ese día, y solo en ese día, va a recaer únicamente en los ciudadanos, en los votantes.
Lo importante es que usted el día 1 de julio no cometa errores y no lo hará si considera desde hoy este decálogo:
1. Confíe en su percepción.
2. Googlee a los candidatos.
3. Piense en su futuro y en el de su país. Decida racionalmente y no se deje llevar por las emociones.
4. No olvide que un presidente necesita sobre todo experiencia, honestidad y salud.
5. Investigue el pasado del candidato.
6. No olvide que la corrupción está en todos los partidos, no en los candidatos.
7. Vale más la persona que el partido.
8. Vea y analice los debates, serán 3.
9. Analice el círculo más cercano de los amigos de su candidato.
10. Conozca cómo piensa en los temas torales del país: educación, seguridad, pobreza, honestidad, familia y crecimiento económico.