Salvador Camarena: Si la oposición quisiera, si la oposición pudiera…

El presidente López Obrador sí sabe lo que hará con sus números de la consulta
El presidente López Obrador sí sabe lo que hará con sus números de la consulta
La revocación.El presidente López Obrador sí sabe lo que hará con sus números de la consulta
Cuatyoscuro
autor
Salvador Camarena
Periodista
2022-04-12 |07:23 Hrs.Actualización07:22 Hrs.


Si la oposición quisiera, la consulta del domingo sería un nuevo comienzo. Uno que la lleve a una relevancia sostenida, uno que le haga protagonista. Si la oposición pudiera, estaría en la antesala de arrancar un ciclo para conquistar en el debate público, en el Congreso, en las elecciones estatales y en las presidenciales el respaldo de buena parte de quienes desdeñaron la revocación y no sólo de los pocos que votaron en contra en ese ejercicio.

Porque el presidente López Obrador sí sabe lo que hará con sus números. Desde el domingo los revistió de triunfo; además les pondrá la etiqueta de piso mínimo. Y en los días por venir revisará los éxitos en la movilización, pero también los fallos, las insuficiencias y, sobre todo, las decepciones: quiénes incumplieron y a quiénes ha de premiar.

Un bravo para Adán Augusto y el sureste, palomita para el Toro y la Torita en Guerrero, bien por oaxaqueños, hidalguenses, sinaloenses y veracruzanos… A capilla, en cambio, Alfonso Durazo, Marina de la Paz Ávila, David Monreal y Claudia Sheinbaum.

La cuestión es qué harán las oposiciones con el resultado de la consulta. Hablamos de tres oposiciones. El frente que se constituyó en la elección pasada y que de alguna manera subsiste en el Congreso y negocia candidaturas en las estatales (PRI, PAN y PRD); ese jugador solitario que es Movimiento Ciudadano y, en un tercer lugar que no minimiza su eventual relevancia, organizaciones, actores del pasado (como Anaya) y cualquiera que en lo individual o en colectivo emerja independientemente de su pasado o actual adscripción.

Si algo tiene de bueno el ejercicio del domingo es que se ha abierto de nuevo la competencia por el electorado. López Obrador ofrecerá más de lo mismo a quienes ya tiene y a quienes busca conquistar: más nacionalismo energético, más antiyanquismo, más revancha contra los saqueadores del pasado, más vénganse al lado correcto de la historia.

¿Qué ofrecerán las oposiciones? ¿Podrán al fin encontrar una voz, una propuesta, un discurso que logre capturar la atención y la intención de quienes buscan alternativas?

¿Habrán aprendido que mucha gente no añora el pasado que supuestamente era mejor? ¿Podrán dejar de caer en las trampas que toda vez les pone AMLO? ¿Sabrán articular propuestas sencillas y sensatas, que no cancelen un proyecto de equidad al tiempo que le dan viabilidad a los programas universales instalados por López Obrador?

Los 16 millones de votos del Presidente el domingo no representan un número amedrentador; no es tampoco uno a subestimar. Puestos en perspectiva, y a reserva de lecturas más finas de las capas sociodemográficas de esos apoyos, se trata también de una reserva que Andrés Manuel tiene en regiones que le son muy afines.

En cambio, si alguna oposición se atreve, hay votos por conquistar en Ciudad de México, Jalisco, Guanajuato, Yucatán, Puebla, Aguascalientes, Nuevo León, Querétaro, etcétera… lugares donde le fue de mal a regular al Presidente en la consulta. Y, por cierto, en los cinco primeros habrá renovación de gubernatura el año presidencial.

¿Tienen un proyecto de país que no sea la nostalgia marchita? ¿Uno, varios? ¿A qué se parece, en qué frase o slogan se pueden resumir?

¿Ese proyecto, se puede solidificar con los peldaños que habrá de aquí a 2024, en cada batalla en el Congreso, comenzando con la energética de esta semana? ¿Construye y anima frente a un régimen de movilización permanente?

Si las oposiciones quisieran, si pudieran, el futuro habría iniciado el domingo. Pero sólo será para quienes sepan aprovecharlo. Sea el oficialismo o alguna oposición.