Una fotografía en la que el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, aparece en un lujoso restaurante de las Lomas, a pesar de contar con procesos judiciales en su contra encendió las redes sociales, pero… ¿realmente fue algo ilegal?
El sábado por la noche, la columnista de El Financiero, Lourdes Mendoza, publicó fotos donde se puede ver a Lozoya sentado en una mesa con cuatro acompañantes.
“Aún con brazalete el criminal confeso, Emilio Lozoya, se da la gran vida, Hunan de las Lomas, obvio, gracias a la protección de la Fiscalía General de la República. Ademas, le miente al juez de lo civil diciendo que está arraigado!!!!”, escribió la columnista.
Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó el hecho como “inmoral” aunque no ilegal y esto se debe a que el exfuncionario no se encuentra detenido ni arraigado, por lo que, técnicamente, no está imposibilitado a salir.
Más bien lleva su proceso en libertad al acogerse a la figura de testigo colaborador de la Fiscalía para revelar los nombres y la trama de casos de corrupción. Te explicamos de qué se le acusa y por qué está libre.
¿CÓMO VA EL CASO DE EMILIO LOZOYA?
Emilio Lozoya Austin dirigió Pemex entre 2012 y 2016 bajo la presidencia de Enrique Peña Nieto, fue extraditado el año pasado desde España a México, donde afronta dos procesos judiciales en libertad.
Las acusaciones son por presuntamente haber recibido 10.5 millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de contratos de obras públicas en los estados de Hidalgo, Tamaulipas y Veracruz.
El otro juicio es por comprar presuntamente la planta inservible de fertilizantes Agronitrogenados al director de Altos Hornos de México, Alonso Ancira, a cambio de un soborno con el que se compró una lujosa casa en la capital.
El 17 de julio de 2020, el exfuncionario fue extraditado y tras ello cerró un acuerdo con la Fiscalía General para afrontar sus procesos judiciales fuera de la cárcel a cambio de denunciar en la trama de corrupción a 70 personas de la élite política mexicana.
En su momento, sus abogados dieron a conocer que el acusado solicitó el “criterio de oportunidad”, una figura de de colaboración con la justicia contemplada en las leyes mexicanas y bajo la que se convirtió en testigo colaborador, por lo que tendrá que revelar información sobre las personas relacionadas en los casos de delincuencia organizada para poder acceder a un beneficio en las penas que enfrenta.
Por ello, ante el riesgo de fuga, el 30 de julio le fue colocado el brazalete electrónico para poder continuar con su proceso el libertad, aunque no podrá salir del país y debe firmar cada 15 días una hoja de control ante el juzgado, situación que debido a la pandemia puede hacerse a distancia.
El exfuncionario registró el domicilio en el que permanece la mayor parte del tiempo para que el brazalete que envía alertas cada 30 segundos lo monitoree vía satelital, aunque esto no implica un arraigo.
En su extensa denuncia, el exdirector de Pemex implicó en sus actividades ilícitas a Peña Nieto y su secretario de Hacienda Luis Videgaray, así como a los expresidentes Felipe Calderón y a Carlos Salinas de Gortari.
Además de a varios legisladores de la oposición, entre ellos los actuales gobernadores de Querétaro y de Tamaulipas, Francisco Domínguez y Francisco Javier García Cabeza de Vaca, a quienes acusó de diversos sobornos.
El pasado mes de agosto, un juez decidió ampliar hasta noviembre los plazos de investigación sobre Emilio Lozoya en los dos casos en los que está procesado.
