Porque a México le falta un largo camino para llegar a la equidad de género
Si las mujeres en México tuvieran mucho mejores salarios, no solo traería beneficios a la equidad de género, sino también ayudaría a que el país crezca más.
¿Por qué? Reducir a la mitad la brecha de género en la participación en la fuerza laboral entre hombres y mujeres de México incrementaría el PIB per cápita en casi 0.2 puntos porcentuales al año.
Este es uno de los incrementos más grandes en el crecimiento proyectado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y que equivale a mil 100 dólares adicionales, reveló el estudio "Construir un México inclusivo: políticas y buena gobernanza para la igualdad de género".
"El impacto macroeconómico de la igualdad de género deriva en un incremento en la productividad, en la competitividad, mayores tasas de empleo y un crecimiento del PIB per capita a lo largo del tiempo", dijo la OCDE.
De hecho, el informe asegura que las desigualdades entre mujeres y hombres mexicanos no solamente tiene consecuencias morales y éticas, sino también económicas.
Debido al gran número (que va al alza) de mexicanas bien preparadas, las pérdidas son enormes cuando estas mujeres, y su valioso capital humano, no son incorporadas completamente a la economía.
"La participación de las mujeres en la fuerza de trabajo es fundamental para promover y sostener el crecimiento económico,y las ganancias son mayores en los países donde persisten grandes brechas de género, como México", indica el reporte.
Además, se detectó que en los países donde el salario de la mujer es más alto, había una reducción en la pobreza infantil.
Esto se debe a que los ingresos controlados por el padre, en comparación con la madre, tienen efectos diferentes en el gasto familiar, como en salud infantil, ya que las mujeres tienden a asignar más recursos paras sus hijos.
Y aunque no lo creas, las mujeres que trabajan y reciben altos salarios, también pueden incidir en una elección, ya que es más factible que apoyen las políticas públicas de empleo y eso las impulse a salir a votar.
EL PANORAMA
Menos de la mitad (47%) de las mexicanas en edad productiva (15 a 74 años) participa en la fuerza de trabajo, tasa muy inferior al promedio de los mexicanos (82%) y al promedio de la OCDE para el sector femenino (67%).
#Mexico would encourage other countries to engage in an OECD #Gender Governance review- María De La Paz López Barajas @Inmujeres #OECDgender pic.twitter.com/L9a6LF4Vzm
— OECD Livestream (@OECDlive) 17 de mayo de 2017
Las mujeres en México enfrentan obstáculos para ascender a puestos directivos y experimentan segregación ocupacional y sectorial en empleos en el sector público como del privado.
Dos de cada tres mexicanas que trabajan están atrapadas en empleos informales que ofrecen paga baja, protección social insuficiente y escaso resguardo contra la pobreza.
Además, seis de cada 10 mujeres en México tienen empleos informales, con poca protección social y baja paga. A nivel mundial, las mujeres en puestos de alta dirección en el mundo ganan un 24% menos que los hombres.
Las mujeres también siguen experimentando elevados niveles de violencia en el hogar, en la oficina y los espacios públicos, esta situación afecta el tejido social del país y acentúa los estereotipos de género.
¿Qué significa incorporar la perspectiva de género? pic.twitter.com/z6TQUTbN3t
— ONU Mujeres México (@ONUMujeresMX) 9 de mayo de 2017
Las mexicanas realizan en su casa más de tres cuartas partes de todos los quehaceres domésticos y el cuidado de los niños sin pago alguno —una de las máximas cargas de trabajo no remunerado en la OCDE— y estas horas dedicadas al trabajo no remunerado restringen el tiempo que podrían destinarlas al trabajo remunerado.
ALTERNATIVAS
Para garantizar una participación más alta de las mujeres en el campo laborar, y con mejor paga, la OCDE recomendó que el goberno mexicano debe dar más facilidad para que niñas y adolescentes permanezcan en la escuela.
Así como ampliar la viabilidad y el acceso a las guarderías, algo que no solamente sería bueno para las mujeres, sino también para las familias.
Mejorar la productividad (mediante mayor eficiencia, pero menos horas en el trabajo) y reducir la informalidad dará a los padres y las madres la posibilidad de equilibrar las responsabilidades familiares y laborales y les permitirá disfrutar de una vida más plena.
"Empoderar a las mujeres mexicanas ayudará a avanzar con mayor velocidad en la construcción de un país más incluyente, sostenible y exitoso..
Estos son los principios para el empoderamiento de las mujeres. #DemoselPaso Más info en: https://t.co/nTpbrKa6DC pic.twitter.com/QTE02LeXax
— ONU Mujeres México (@ONUMujeresMX) 18 de mayo de 2017
Para el organismo internacional, es importante que tanto hombres y mujeres combinen responsabilidades laborales y familiares, tanto en el sector privado como en el público. Esto con el fin de modificar la cultura mexicana de jornadas de trabajo excesivamente largas, permitir el acceso a arreglos flexibles en el trabajo y reducir la desproporcionada responsabilidad de las mujeres en cuanto al trabajo doméstico y de cuidados no renumerado.