El deseo de ponerse la vacuna antiCOVID-19 creció en el último mes entre los habitantes adultos de la Ciudad de México, de 45% el 9 de enero, a 57% el 6 de febrero. Así lo revela la más reciente encuesta de chequeo de opinión El Financiero sobre la pandemia en la capital del país.
Según el estudio, realizado a 500 capitalinos vía telefónica, este aumento en el deseo por ponerse la vacuna pronto se da a costa de quienes sí desean ponérsela pero prefieren esperarse un poco más, postura que bajó 10 puntos en el último mes, de 41 a 31%.
El porcentaje de capitalinos que no desea ponerse la vacuna permaneció en 8%, al igual que en la medición de enero 23, mientras que quienes dicen ya haberse puesto la vacuna suman 3%.
Según el estudio, el 60% de los entrevistados dijo que en su hogar habita alguna persona mayor de 60 años. Al preguntar si ya se registró a esa persona en la página de internet para recibir la vacuna, 26% dijo que sí y 34% que no.
Según la encuesta, la respuesta afirmativa varía según el nivel socioeconómico de los entrevistados: entre los de nivel medio alto alcanza 31%; en el nivel medio, 26%; en el nivel medio-bajo, 20%, y en el nivel bajo, apenas 12%. Según estos datos, la incidencia del registro para vacunación es casi tres veces más alto en el grupo de mayor ingreso con respecto al de menor ingreso.
Según la encuesta, el coronavirus sigue viéndose como el principal problema de la Ciudad, con 50% de menciones.
Mientras que el nivel de preocupación sigue alto, en 71%, ambos indicadores reflejan el alza en contagios y decesos en enero.
No obstante, el sondeo revela que el porcentaje que considera que la epidemia está empeorando ha registrado bajas, al pasar de 80 a 74% entre enero 9 y 23, respectivamente, y a 64% el 6 de febrero.
El apoyo a las restricciones y medidas de aislamiento sigue siendo mayoritario, pero también ha bajado: luego de llegar a un punto de 72% a principios de enero, ahora es 64%. La actitud de que la ciudad debe volver a las actividades normales y reabrir los negocios rebotó ligeramente en ese mismo periodo, de 26 a 32%. El dato se registró previo a que reabrieran las tiendas departamentales en la Ciudad.
A pesar de estos cambios a la baja, los indicadores de familiaridad y conocimiento con los contagios y decesos no han disminuido: 76% dijo conocer personalmente a alguien que se contagió, de los cuales 31% señaló que se trata de algún familiar.
Por otro lado, 65% respondió haber conocido a alguien que falleció a causa de la epidemia, de los cuales el 20% apuntó que era un familiar. Ambos porcentajes son los más altos que se han registrado en la serie de encuestas desde junio.
Finalmente, la vida online en la Ciudad ed México también ha registrado algunos cambios: el porcentaje que ha tenido reuniones de trabajo en el último mes, 33%, se vio rebasado por las clases, con 35%. Las conferencias dieron un brinco importante de 23 a 32% entre junio y febrero. Las fiestas subieron ligeramente de 17 a 19%, y los servicios religiosos subieron de 16 a 25%.