Durante su participación en la Segunda Cumbre por la Democracia, organizada por el Departamento de Estado de Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió acabar con la concentración de la riqueza en el mundo, la cual consideró como la “más ofensiva en la historia” y buscar la igualdad con el fin de consolidar la democracia.
“En nuestro tiempo existe todavía una mezcla de oligarquía y democracia, una democracia simulada y mediatizada; es decir, en algunos países impera la oligarquía con ‘fachada’ de democracia”, dijo López Obrador vía videoconferencia.
“Por ejemplo, ¿cómo hablar de democracia si dominan las élites, y no las mayorías? ¿Cómo hablar de democracia si no existe separación del poder económico y el poder político? ¿Cómo hablar de democracia si en los últimos tiempos se ha dado la concentración de la riqueza en pocas manos ofensiva en la historia del mundo?”, cuestionó.
El mandatario federal criticó que en la historia varios crímenes de la humanidad se han dado en nombre de la democracia, y en la actualidad la riqueza se concentre en pocas manos cuando mil millones de personas viven con menos de un dólar al año.
“Tenemos que alejarnos cada vez más del cratos sin demos, del poder sin pueblo, y asegurarnos que el propósito central del Gobierno es siempre buscar la felicidad del pueblo”, pidió.
Subrayó que muchos de los grandes crímenes contra la humanidad a lo largo de la historia “han sido cometidos en nombre de dios o en nombre de la democracia”.
En este sentido, lamentó que en los tiempos actuales existe aún “una mezcla de oligarquía y democracia, o una democracia simulada y mediatizada, es decir, en algunos países impera la oligarquía como fachada de democracia”.
Así, exhortó a los líderes mundiales presentes a regresar a los principios fundacionales de muchas naciones que se asumen como democráticas, donde la felicidad de las personas es central para alcanzar la democracia.
“En 1776, la declaración de independencia de Estados Unidos planteó la búsqueda de la felicidad como uno de los derechos fundamentales de las personas, y estableció que garantizarlo era una de las funciones del gobierno; el articulo uno de la Constitución francesa de 1793 establece que el fin de la sociedad es la felicidad común; y el articulo 24 de la Constitución de Apatzingán de 1814 (en México) señala la felicidad del pueblo y de cada uno de los ciudadanos consiste en el goce de la igualdad, seguridad, propiedad y libertad”, dijo.