El ministerio de Salud de Israel está analizando los resultados arrojados por el Centro Médico Sheba, el cual apunta a que la segunda dosis de refuerzo no sirve de mucho y no evitará que las personas se contagien de ómicron.
Israel, que hace un año fue pionero en la vacunación contra la COVID-19, ha sido también uno de los primeros países en ofrecer, a lo largo del último mes, una cuarta inoculación, que ya han recibido cerca de 560.000 personas (un 6% de la población) mayores de 60 años, inmunodeprimidas o empleadas en servicios de salud y sociales.
El estudio revela que aplicar una cuarta dosis (sería la segunda de refuerzo) aumenta los niveles de anticuerpos, por encima incluso de la tercera inyección, y muestra una alta efectividad de protección frente a las variantes alfa y delta. Sin embargo, no ha impedido el contagio por ómicron.
Pese a esto, los científicos encontraron que las personas infectadas con ómicron, y que cuentan con una cuarta dosis, presentaron síntomas muy leves o ninguno.
Los resultados del estudio coinciden con que la OMS ha solicitado ir con calma en el programa de vacunación de refuerzo, debido a que puede comprometer la respuesta del sistema inmunitario, por ello insiste a las naciones asegurar el primer esquema de vacunación en toda la población y después evaluar los refuerzos.
Con información de El País