Luego de que Hamas, el grupo extremista de Palestina, lanzara un ataque contra comunidades al sur de Israel, ambos estados han intercambiado ataques que han dejado cientos de muertos y heridos.
Entre estos hechos se encuentra la masacre reportada el pasado fin de semana en el kibutz Kfar Aza, una comunidad israelí de tan solo 800 habitantes, cercana a la franja de Gaza, controlada por Hamas.
En su momento, Israel informó que ahí sus soldados hallaron cuerpos desmembrados y decapitados, incluidos niños y bebés. Imágenes semejantes se vieron días antes en el kibutz Beeri, donde los servicios de emergencia dijeron que encontraron más de 100 cuerpos.
Sin embargo, el grupo Hamas negó este miércoles haber “matado niños, decapitado y atacado a civiles” durante su ataque a Israel el sábado. Explicó que sólo fueron “acusaciones inventadas” de soldados de Israel.
“Afirmamos firmemente la falsedad de las acusaciones inventadas y propagadas por algunos medios de comunicación occidentales que adoptan la narrativa sionista, incluida la afirmación de matar niños, decapitar y atacar a civiles”, señaló Hamas.
Este grupo aseguró que sus combatientes solo “atacaron al aparato militar y de seguridad [israelí], que es un objetivo legítimo”.
