WASHINGTON, DC.- El inicio de la elegibilidad para la vacunación contra COVID-19 de todos los residentes mayores de 16 años, opacó la atención a un dato trágico para la comunidad latina en Estados Unidos, la mayoría de origen mexicano, toda vez que rebasó la marca de 100 mil muertos por la pandemia.
El informe estadístico actualizado de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) documenta 101 mil 996 decesos de hispanos a causa del COVID, más de la mitad de los cuales ocurrió en los estados de California y Texas, aunque con números significativos en Nueva York, Florida, Arizona, Nueva Jersey e Illinois.
“Una cosa bastante clara es que aun cuando los números sobre los latinos son devastadores, esconden el horror que ha azotado a la comunidad latina… una vez que se ajustan las diferencias de edad, los latinos han muerto a una tasa que es 2.4 veces más alta que los blancos”, apunta el profesor del Departamento de Demografía de la Universidad de Texas, Rogelio Sáenz.
Es decir que la población blanca no hispana en Estados Unidos tiene una más alta concentración en los rangos de edad donde es más probable morir de COVID (65 años o más), mientras que en la comunidad hispana es sensiblemente más joven, con una edad media de 30 años.
Las cifras de los CDC muestran que la mayor proporción y el mayor número de muertes por COVID entre los latinos en Estados Unidos, corresponde a los residentes entre 50 y 64 años, con un total de 26 mil 592, lo que equivale al 26% del total. En contraste, para los blancos no hispanos la proporción en ese rango de edades de apenas el 10%.
“Estas grandes variaciones reflejan la desproporcionada presencia de los latinos en los frentes de batalla, donde no pueden darse el lujo de trabajar desde casa”, señala Sáenz.
Sólo el 13% de los hispanos de Estados Unidos tiene empleos que le permiten trabajar desde casa, comparado con el 27% de los blancos no hispanos, toda vez que una amplia proporción de los trabajadores latinos es “esencial” y labora en los sectores como la agricultura, las empacadoras de carne, servicios o construcción, donde típicamente carecen de licencias médicas.
Uno de cada cuatro latinos vive en hogares multifamiliares o multigeneracionales, comparado con sólo 15% de la población general, lo cual dificulta seguir las directrices de distanciamiento social. El 10% de las familias hispanas vive en condiciones de hacinamiento, comparado con apenas el 2% de la población general. Y casi una cuarta parte carece de seguro médico.
Durante el primer año de la pandemia la tasa de mortalidad hispana ascendió a 164.3 muertes por cada 100 mil habitantes, comparado con 72.5 para los blancos no hispanos y 151.1 para la comunidad negra no hispana. Las cifras de los CDC muestran que los hispanos representaron el 18.1% de todas las muertes por COVID-19 en 2020.
En la ciudad de Nueva York y en el condado de Los Ángeles, los latinos tienen el mayor número de casos y muertes por COVID-19 por cada 100 mil habitantes; además acumulan el mayor número de casos en ciudades como Chicago, Houston y San Antonio, según estadísticas locales.
La Oficina del Censo estima que alrededor del 61% de los latinos que residen en Estados Unidos es de origen mexicano.