Porque las reglas del TLCAN son un motor que ayudan a la economía mexicana
La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) será una prioridad para el gobierno de Donald Trump, afirmó este miércoles su nominado a secretario del Comercio, Wilbur Ross.
En su audiencia de confirmación en Washington ante la Comisión de Comercio del Senado, el exbanquero adelantó que iniciará conversaciones con Canadá y México tras la toma de protesta de este viernes. El acuerdo comercial, dijo, es “lógicamente lo primero que debemos abordar” después de asumir el poder.
“Tenemos que solidificar las relaciones de la mejor manera que podamos en nuestro territorio antes de irnos a otras jurisdicciones”, señaló Ross cuando se le preguntó acerca del TLCAN.
Anteriormente, Ross advirtió a los socios comerciales de EU que deben practicar un “comercio justo” y reducir el control estatal sobre las empresas si deseaban tener acceso a la mayor economía del mundo.
“Estados Unidos debe proporcionar ese acceso a las naciones que aceptan jugar con nuestros estándares de comercio justo”, dijo. “No debemos soportar las actividades del comercio malicioso, las empresas estatales o la producción subvencionada”.
En su mensaje ante el Senado, Ross afirmó que no está en contra del comercio, pero si al intercambio comercial que perjudica al trabajador estadounidense y a la industria manufacturera local.
“Espero poder ayudar al empresario estadounidense, al trabajador estadounidense y a las compañías grandes y pequeñas a impulsar esta economía y a crear empleos”, declaró en su mensaje.
La prioridad de EU de renegociar el Tratado comercial con México refleja la importancia de la relación comercial con su vecino del sur y lo que representa para el empresariado estadounidense, que en su mayoría no está de acuerdo con abolirlo, señalaron expertos consultados por El Financiero.
“Creo que Trump claramente tiene la intención de renegociar el TLCAN. Optar por salirse sería una opción sólo si la renegociación fallara, mencionó al respecto Edward Alden, miembro del Council on Foreign Relations en EU.
No estoy en contra del comercio. Estoy a favor del comercio: pero a favor del comercio sensato, no de un comercio que sea perjudicial para el trabajador estadounidense y para la base manufacturera local.
CONFUSIÓN
Alden explicó que la mayor confusión serán las llamadas “Reglas de Origen” que especifican que, para ser elegibles para el trato exento de derechos, los productos deben ser hechos con un cierto porcentaje de “contenido norteamericano”; por ejemplo un 62.5 por ciento en el caso de los automóviles.
“No tengo claro cómo se renegociarán las reglas de origen para favorecer la inversión estadounidense sobre la inversión en México o Canadá. Todo el punto del TLCAN es que se supone que favorece la inversión norteamericana sobre la inversión en otros países, no para favorecer ninguno de los tres países sobre los demás”, señaló el especialista.
La presión que siente el equipo de Trump por parte de las empresas es alta, ya que en su mayoría los corporativos trasnacionales estadounidenses se han pronunciado en contra de una salida determinante del acuerdo comercial con México, consideró Mauro Guillén, director de The Lauder Institute en The Wharton School en Pennsylvania.
“La renegociación del TLCAN será difícil. Pero intentarán hacer algo porque hicieron una promesa. Muchas empresas estadounidenses no quieren abolir el TLCAN”, dijo.