Desde 1981 cada 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, que nos invita a reflexionar sobre la importancia de garantizar el acceso a una alimentación saludable, sostenible y accesible para todos. Esta fecha promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), busca destacar los retos globales en materia de seguridad alimentaria, malnutrición y sostenibilidad, mientras resalta la necesidad de sistemas alimentarios más equitativos.
La FAO establece que las formas de producir, cocinar y almacenar son parte integral del correcto funcionamiento del sistema agroalimentario. También declara que, del total de alimentos producidos, un 30% se pierde o desperdicia y de ese 30%, la mitad sucede en nuestros hogares. Por lo tanto, la manipulación y manejo de alimentos en casa, es un factor clave en minimizar desperdicios que pueden mejorar la cadena de abastecimiento y acceso de alimentos a los que menos tienen.
Uno de los temas clave en la nutrición y seguridad alimenticia es el consumo adecuado de proteínas, macronutriente esencial para el crecimiento, desarrollo, mantenimiento de la masa muscular y buen funcionamiento del sistema inmunológico. Dentro de las distintas fuentes de proteínas las de origen animal, como la carne, los lácteos, el pescado y los huevos juegan un rol crucial debido a su alta calidad y aporte de nutrientes esenciales.
¿Por qué es importante la proteína animal?
Las proteínas de origen animal son consideradas de alto valor biológico porque contienen aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede sintetizar por sí mismo. Estos aminoácidos son vitales para la reparación de los tejidos, la formación de enzimas y la producción de hormonas. Además, las fuentes animales de proteína son una rica fuente de vitaminas y minerales fundamentales como el hierro, la vitamina B12 y el zinc, nutrientes que no siempre se encuentras en suficientes cantidades en dietas basadas únicamente en plantas.
Proteína animal y seguridad alimentaria
La FAO reconoce que garantizar una producción sostenible de proteína animal es crucial para alimentar a una población mundial en crecimiento. Mientras que algunos argumentan la reducción del consumo de carne para mitigar el impacto ambiental, la organización subraya que un enfoque balanceado es clave: producción responsable, tecnología innovadora y prácticas agrícolas sostenibles son parte de la solución. Los sistemas ganaderos bien manejados pueden ser parte de un circuito virtuoso que optimiza la producción de alimentos mientras conserva los recursos naturales.
Equilibrio en la dieta y el impacto social
En muchos países, la carne y los productos animales representan una fuente principal de ingreso para millones de personas que dependen de la ganadería y la pesca. Promover una dieta que incluya proteína animal en las proporciones adecuadas no solo mejora la salud de los individuos, sino que también impulsa economías rurales y fortalece la seguridad alimentaria en comunidades vulnerables.
En conclusión, en el Día Mundial de la Alimentación, es fundamental recordar que: hay que tener los recaudos para evitar el desperdicio de alimentos en casa.
Involucrar a los más pequeños de la casa en las tareas de la cocina, para que desde chicos aprendan un buen manejo de alimentos y se concienticen sobre su cuidado.
La proteína animal es una pieza fundamental en la nutrición humana.
Su consumo racional debe ir acompañado de prácticas sostenibles que aseguren el bienestar del planeta y futuras generaciones.
