Los millennials son uno de los grupos demográficos de los que más se ha hablado rumbo a las elecciones del 1 de julio. Saber qué piensan, qué valoran, qué rechazan o qué ni siquiera les pasa por la mente resulta de gran valor periodístico, pero también se vuelve un recurso básico para la estrategia y el cálculo político. Lo que más sabemos es que mucha de la información que reciben y comparten fluye a través de una compleja y creciente red de redes digitales, pero, ¿qué esperan de los actuales candidatos y líderes políticos? ¿Cómo piensan votar y por qué?
Los millennials, nacidos entre 1980 y 2000, representan el 48% del electorado. De acuerdo con diversas encuestas que les han tomado el pulso, los millennials podrían ser votantes del cambio, más que de la continuidad; pero, ¿qué cambio buscan? ¿Acaso su inconformidad tiene que ver con el actual gobierno o se trata de una actitud generalizada que simplemente se transferirá de un gobierno a otro, gane quien gane en las elecciones?
Estos jóvenes tienen un peso político prominente, pero su importancia no solamente tiene que ver con sus números, sino con sus intereses y con la manera en que están delineando la democracia mexicana del futuro. Los millennials son una generación de mexicanos que espera que le hablen con sinceridad, por lo que cualquier conducta contraria los decepciona. Es una generación que apuesta a la preparación y al mérito, más que al compadrazgo y al cuatismo que caracterizó a otros mexicanos de antaño.
Es una generación que valora y, acaso, necesita de un ambiente abierto y plural, aunque con ello puedan morir algunas de las tradiciones y rasgos del carácter nacional. Es una generación que mira hacia adelante, que busca construir su propio futuro, pero también el de las generaciones que le siguen.
En Nación321, el interés por descifrar a los millennials nos ha llevado a hacer varias encuestas que nos permitan adentrarnos en su forma de pensar, en su cosmovisión política. En el intento, hemos visto que en muchas cosas los millennials son muy parecidos a las generaciones que les preceden, e incluso hemos detectado gustos que resultan sorpresivos, como su apoyo a un liderazgo de mano firme. Pero así es la generación millennial, sorpresiva, quizás detonante a su propia manera.
Siguiendo este interés por entender mejor a los millennials, realizamos una nueva encuesta nacional, pero esta vez dejamos el teléfono de lado y fuimos a tocar a las casas personalmente para encontrarlos y pedirles que nos platiquen y respondan algunas preguntas sobre las elecciones y los candidatos presidenciales.
El pasado mes de marzo entrevistamos a 430 millennials de manera personal en sus hogares. A través de sus respuestas nos dimos cuenta de algo que no habíamos visto anteriormente: algunos candidatos sí les laten, pero algunas de las ideas que proponen no les parecen atractivas. Por el contrario, algunas propuestas sí les atren, pero el liderazgo político que las plantea no les gusta. Esto significa que en la mente millennial hay una batalla entre la persona y el carisma, en una esquina, y las ideas y las propuestas, en la otra. ¿Qué se impondrá: la personalidad o la propuesta? Eso solamente lo sabremos una vez que acudan a las urnas a emitir su voto, pero por lo pronto la encuesta nos da indicios de que la personalidad pesa más que la propuesta. ¿Será que no le creen a la segunda?
¿Hasta qué punto están dispuestos los millennials a extender un cheque en blanco a un liderazgo sin compartir necesariamente sus ideas? Los invito a que vean con calma los resultados del estudio y que lleguen a sus propias conclusiones. La metodología de la encuesta se apega al rigor con la que hemos hecho los estudios en vivienda que buscan representar al electorado en su conjunto. Muchas de las preguntas fueron planteadas, diseñadas y discutidas por el equipo de Nación321, muchos de ellos millennials. Creo que los resultados son sumamente interesantes, pero esa conclusión la dejaré a los lectores.
Espero que les sea útil ver qué piensan los millennials acerca de las formas de hacer campaña, sobre las formas nuevas y viejas de ganar el voto, sobre las candidaturas independientes, sobre la supuesta intervención rusa, sobre lo que es o no es un peligro para el país, sobre la importancia que le dan al voto, sobre las maneras de expresarse y de ser escuchados, sobre el potencial que tienen de ser el tigre suelto, y sobre la credibilidad de quienes, durante estas semanas y hasta fines de junio, tratarán de afianzar su voto o persuadirlos de cambiarlo. Aquí está un retrato del votante millennial al arranque formal de las campañas.