Porque el PRD busca recuperar fuerza en 2018
En la baraja de presidenciables destacan tres cartas perredistas: Miguel Ángel Mancera, Graco Ramírez y Silvano Aureoles, personajes con trayectorias amplias y diversas virtudes que en conjunto podrían generar un candidato ideal rumbo a 2018.
Nación321 realizó un ejercicio para comparar el nivel educativo, los resultados electorales, así como la trayectoria política y partidista de estos tres aspirantes a Los Pinos. ¿Quién gana en cada rubro? Te presentamos los resultados.
EL MERO MERO EN LAS URNAS
Para nuestro Frankentein perredista, Miguel Ángel Mancera es el elegido para aportar la pizca de los mejores resultados en las urnas.
En 2012, Mancera obtuvo 63.58% de los votos, equivalente a 3 millones 27 mil 460 de sufragios, con lo que logró convertirse en jefe de Gobierno, según datos del Instituto Electoral capitalino (IEDF). Esto lo coloca como el mero mero cuando de votos se trata.
En tanto, Silvano Aureoles, actual gobernador de Michoacán, consiguió llegar a dicho puesto con un total de 637 mil 503 votos, lo que representa un 30.95% del total de sufragios emitidos en 2015; sin embargo, este perredista consiguió ser mandatario estatal en su segundo intento, pues en 2011 quedó en segundo lugar. Fausto Vallejo, del PRI, ganó los comicios.
Por su parte, Graco Ramírez obtuvo el 30.21% de las preferencias (254 mil 460 votos) para llegar al poder de Morelos, entidad que gobierna desde 2012.
Mancera #WINS.
¿EL NERD?
Si de preparación académica hablamos, Mancera también se lleva de calle a sus homólogos, pues el jefe de Gobierno capitalino es el único que cuenta con doctorado, el máximo grado académico.
Mancera es licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tiene maestría en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona, a través de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) e hizo su doctorado también en Derecho en la UNAM.
En segundo lugar de preparación académica tenemos a Silvano Aureoles, el gobernador michoacano es ingeniero agrónomo forestal por la Universidad Autónoma de Chapingo, donde se especializó en bosques y cuenta con una maestría en Ciencias en Desarrollo Rural Regional por la misma universidad.
El gobernador morelense Graco Ramírez cuenta con la licenciatura en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
EL DE CARRERA LARGA
Graco Ramírez es el de carrera más larga, políticamente hablando.
Graco comenzó su carrera con apenas 26 años. Ha sido tres veces diputado federal (1979-1982; 1985-1988 y 1994-1997), senador (2006-2012) y presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).
En tanto, Aureoles ha sido diputado federal dos veces (2000-2002 y 2012-2015) y senador entre 2006 y 2012. En su paso por la Cámara Bajo presidió la Junta de Coordinación Política (Jucopo).
Por su parte, Mancera no cuenta con carrera legislativa, pero sí en el sector público, siendo su cargo más importante, además de la jefatura de Gobierno, la titularidad de la Procuraduría capitalina (2008-2012).
LOS DE CORAZÓN AMARILLO
El que definitivamente quedaría descalificado en este rubro es Miguel Ángel Mancera, pues a pesar de que llegó al gobierno de la CDMX cobijado por el partido del sol azteca, este presidenciable NO milita en el PRD.
Pero dar la pizca partidista a nuestro Frankeinstein perredista, ésta tendría que ser una mezcla entre Silvano y Graco, pues ambos personajes son fundadores de dicho grupo político y militan en este desde 1989. Aunque el trabajo de estos dos personajes ha sido primordialmente legislativo, ambos han ocupado cargos internos en el PRD.
Graco ha sido secretario de acción electoral del CEN del PRD (2004-2006), encargado del despacho de la dirigencia nacional del sol azteca (2008) e integrante de la Comisión Política Nacional del CEN (2008-2011).
En tanto, Aureoles fue Consejero nacional del PRD en 1999 y presidente de la Coordinadora Municipalista del PRD en Michoacán (2002-2003).
LA REPUTACIÓN
En este rubro, ni a quién irle pues los tres tienen cola que les pisen.
La administración de Mancera ha quedado marcada por la polémica que generó el aumento en el precio del Metro, el cual subió de 3 a 5 pesos en diciembre de 2013; la crisis de contingencia ambiental durante 2016, en la cual se tuvo que modificar el programa Hoy No Circula, y todos los fails en cuestión de obras.
Pero la punta del iceberg para Mancera llegó en julio pasado, cuando una imagen inédita se registró en la capital: fuerzas federales e integrantes del llamado cártel de Tláhuac se enfrentaron en dicha delegación. Sí, a pesar de que el jefe de Gobierno había insistido que en la capital no había presencia del narco.
Además, en la intención de voto, de las cuatro fuerzas políticas del país (PRI, PAN, PRD y Morena), Mancera cuenta con la intención de voto más baja con apenas 10%, de acuerdo con una encuesta de El Financiero.
Hasta junio de 2017, Morelos, gobernado por Graco Ramírez, se ubica en lugar 7 de los 10 de los estados con el mayor número de homicidios dolosos. Dicho estado tiene un promedio de 16.84 homicidio por cada 100 mil habitantes, según cifras del Secretariado Ejecutivo. Y es justamente el tema de seguridad el talón de Aquiles del morelense.
Además, la administración del perredista se ha visto empañada por el descubrimiento de fosas irregulares en dicho estado. De acuerdo con activistas, entre ellos Javier Sicilia -quien en repetidas ocasiones ha pedido la destitución de Ramírez- hasta agosto de 2016 se habían hallado 117 cuerpos tan solo en el municipio de Tetelcingo; sin embargo, este tipo de excavaciones también fueron halladas en Jojutla.
Ante la inseguridad en el estado, nació el llamado Frente Amplio Morelense, liderado por el edil de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco; el activista Javier Sicilia y el rector de la Universidad Autónoma de Morelos, Alejandro Vela, quienes apenas el pasado 1 de agosto encabezaron una movilización desde Cuernavaca a la Ciudad de México para pedir a la Secretaría de Gobernación la destitución del gobernador.
Por su parte, Silvano Aureoles fue acusado de poner en cargos públicos de seguridad a nada más y nada menos que a funcionarios con pasado delictivo e incluso algunos exreos, según informó El Financiero, medio que en agosto de 2016 detalló que al menos siete mandos de la Procuraduría michoacana, con cargos de fiscales y directores regionales, tienen señalamientos graves por narcotráfico o posesión de armas.