La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre los riegos a la salud que puede provocar la basura generada por la COVID-19, como cubrebocas, protectores faciales y desechos plásticos.
Afirmó que el COVID-19 generó toneladas extra de basura, en un mensaje en sus redes sociales, mencionó que este hecho visibiliza aún más la mala gestión de desechos en todo el mundo.
De acuerdo con el informe de la OMS, entre marzo de 2020 y noviembre de 2021, se registraron 87 toneladas de desechos extra en todo el mundo entre la carrera mundial por conseguir protección sanitaria para el personal médico que atiende a pacientes con COVID-19 y a la población misma.
Por ello, urgió a los países a reducir los residuos y a gestionarlos de forma segura, pues, amenaza la salud de las personas y el medio ambiente.
“Es vital proveer a los trabajadores de un equipo de protección, pero también es vital asegurarse de que puede usarse de forma segura sin impactar al medio ambiente", señaló.
También, comentó que los ocho billones de dosis de las vacunas contra COVID-19 administradas en todo el mundo, produjeron 143 toneladas de basura entre jeringas, agujas y cajas de desechos.
The #COVID19 pandemic has generated extra tonnes of waste & exposed cracks in waste management, everywhere.
— World Health Organization (WHO) (@WHO) February 1, 2022
Waste must be reduced & managed safely, for the health of both people & the environment https://t.co/JsYeqvl7G6 pic.twitter.com/UfI0GRjBD1
Además, el informe recalca que la gestión de basura médica ya era insuficiente desde antes de que iniciara la pandemia de COVID-19 y apunta que en el último registro realizado en 2019, se determinó que el 30 por ciento de los establecimientos sanitarios de todo el mundo carece de un sistema seguro para el desecho.
Expuso que la mala gestión de basura y desechos, expone a los trabajadores sanitarios a pinchazos, quemaduras y microorganismos patógenos que también pueden contaminar las zonas cercanas a basureros al aire libre y vertederos, ya sea por la contaminación del aire por la quema de residuos, por la mala calidad del agua o por insectos portadores de enfermedades.