Porque en tiempos de pandemia necesitabas una buena noticia
Seguramente en lo últimos días leíste que el agujero que había en la capa de ozono se había cerrado por completo. La noticia le dio la vuelta al mundo y algunos internautas interpretaron que este fenómeno ocurrió debido a la reducción de contaminantes.
Pero ojo, el agujero del que todo mundo habla no es el de la estratósfera de la Antártida, sino de uno muy inusual que se abrió en la zona del Ártico.
El cierre de este inusual agujero se dio por cuestiones dinámicas, pues las ondas y flujo de los vientos dieron lugar a que se rompiera el vórtice en la estratósfera del Polo Norte, explicó Graciela Raga, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM.
La especialista detalló que ese agujero es distinto al que está sobre la Antártida, en el Polo Sur, cuyo cierre continúa y es paulatino desde que en la década de los 90 del siglo pasado se suspendió en el planeta el uso de los clorofluorocarbonos, compuestos químicos que destruyen esa capa que nos protege de la radiación ultravioleta.
"Estamos acostumbrados a oír los reportes del hoyo en la estratósfera de la Antártida y que se haya producido un agujero tan profundo sobre el Ártico, es inusual".
Explicó que durante el invierno en ambos hemisferios (norte y sur) se forma un vórtice con vientos muy intensos, que circulan alrededor de cada Polo.
“Estos vientos impiden que se mezcle el aire de las zonas subtropicales y tropicales con el aire que queda encerrado en la zona polar, cuya frontera serían estos vientos muy intensos”, expuso.
El agujero se cerró en la primavera por factores dinámicos en la atmósfera. La destrucción del hoyo es a causa de fenómenos físicos, aunque en su creación también interviene la química.
“Ese evento fue inusual porque no es frecuente que el vórtice permanezca sin romperse en el hemisferio norte, lo que dio lugar a que se destruyera el ozono”.
Por otro lado, el hoyo sobre la Antártida, que nos afecta porque deja pasar la luz ultravioleta, muy dañina para la vida, se está recuperado lentamente. “Es el único éxito de la política ambiental a nivel internacional de las últimas décadas”, concluyó.