Al renunciar al Partido Revolucionario Institucional (PRI), el senador Miguel Ángel Osorio Chong dio un discurso en el que indicó por qué él y una oleada de militantes dejaban al partido, entre otras cosas, acusó que se perdió la esencia interna y que su dirigente Alejandro Moreno rompió al partido. Aquí el mensaje:
Frente a ustedes, estamos compañeras y compañeros de ideales, causas y luchas de la gran mayoría de los estados del país. Están líderes comunitarios, legisladores y exlegisladores locales y federales presidentes y expresidentes municipales, exdirigentes municipales, locales y nacionales, exgobernadores, funcionarios y exfuncionarios públicos, mujeres, hombres, jóvenes con libertad de conciencia y con un profundo amor a México.
Los que hoy estamos somos la representación de los muchos que a lo largo y ancho de nuestro territorio manifestaron su respaldo y decisión a lo que hoy venimos a anunciarles.
Como millones, ingresé al PRI muy joven, hace más de 40 años, lo hice convencido de los ideales de democracia y justicia social que abanderaron, y de la grandeza y el legado que durante décadas había construido, sí el PRI construyó de alguna forma al México moderno, convirtió los anhelos y aspiraciones planteados por la Constitución de 1917 en realidades institucionales. Por décadas, el PRI fue un partido que supo abrirse a la pluralidad y diversidad, con una riqueza cultural, de raíces orgullosamente indígenas, costumbres y tradiciones que nos distinguen y nos unen.
Supo, con estabilidad política y paz social, impulsar el desarrollo y bienestar de las y los mexicanos, porque siempre en el PRI el objetivo principal y prioritario era la mejoría de las condiciones y circunstancias de las familias mexicanas.
En el PRI siempre supimos que debe haber un espacio para todas las voces, todas las causas, todas las personas, eso era el PRI, por eso, como millones de jóvenes, es que me adherí a esta institución, en la que las causas estaban por encima de las personas, por ello y sin quien encabezara alguna candidatura, recorre calles, puerta por puerta.
Me sentí y me siento muy orgulloso de esos inicios en los que antes de ser presidente del partido, fui representante de casilla, jefe de manzana, secretario, delegado de los municipios, porque ese era el PRI de antes y el de apenas hace unos años que nos hacía vibrar, emocionar, y dar la cara, para que lográramos la victoria en las elecciones.
Ese era el PRI de nuestros abuelos y nuestros padres, de la mayoría de los mexicanos que sabían que votar por el PRI era votar por la mejor opción, era votar por la democracia, era votar por alcanzar los sueños de que nuestros hijos pudieran estar mejor de lo que estuvimos nosotros. Ese era el PRI por el que me postulé para ser diputado federal, gobernador y senador de la República, en el que gracias a la unidad lo pude alcanzar
Ese era el PRI con el que he gobernado de manera responsable, dejando la piel y, sobre todo, dando resultados. Este era el PRI por el que siempre hablé de frente, di la cara. Ese era el PRI de millones de mexicanas y mexicanos.
Hoy, hoy ese PRI lo perdimos, está extraviado, ausente, está en la lona y con una dirigencia soberbia que sólo se preocupa por construir incondicionales, y alejarse totalmente de la militancia y de la sociedad. Sí, Alejandro Moreno, en poco tiempo, desvió nuestros ideales, miró sólo para sus propios intereses, su ambición y para su protección de todo lo que públicamente he señalado y acusado.
Lo destruyó todo, destruyó la institución que le entregaron para hacerla pedazos, como nunca en la historia y aludiendo a tiempos de pandemia, increíblemente llevó a cabo una reunión de Consejo Jurídico en la que rehuyó el debate a las ideas, a fin de evitar la participación de quienes no estábamos de acuerdo con ello y modificó en esa asamblea todo para hacerse del partido
Hizo trampa como es su costumbre, engañó incluso a quienes alentaron esa asamblea y a los órganos electorales, no conforme inició con amenazas y agresiones, cambios en los Comités Directivos Estatales y municipales con el único objetivo de poner a sus incondicionales, aludiendo a diferentes pretextos evitó que se realizaran elecciones democráticas como sucedió cuando el fue elegido, a los que se opusieron los expulsó
Hoy tenemos, en la gran mayoría de los estados, dirigencias que no reconoce la militancia y tiene sólo obediencia de este personal. Sí, logró tener empleados y no dirigentes. Y nuevamente con gran cinismo que le caracteriza engañó a los propios expresidentes del partido, quienes por cierto, algunos de ellos con gran dignidad cuando no se lograban los resultados esperados, se separaban de su cargo.
Con una nueva reunión de consejo por zoom prolongó su pésima dirigencia, la peor de la historia. Aquí los datos que ven todos y que él no tiene los tramados para aceptar:
Desde 2019, de las 23 elecciones a gobernador, el PRI ha perdido 21 y dos se quedaron con la alianza. En 2019 el PRI gobernaba 12 estados, por cierto, que no se le olvide, que dentro de estas estaba Campeche y que aun quedándose todo el comité ejecutivo nacional en esa elección y olvidándose de todo lo demás, también la perdió, no pudo ni en su propia entidad ganar, quedándose con el tercer lugar postulando a su sobrino con quien buscaba evitar algún tipo de rendición de cuentas.
Que no se le olvide, se perdió el Estado de Mexico, él lo perdió, él que se tardó para definir al candidato, a quien le puso obstáculos, él fue el culpable, el aun cuando no importando el proceso electoral, causó un conflicto interno en el Senado. Con ello, de gobernar a 44 millones de mexicanos, ahora gobierna a cuatro estados, y a solo 5 millones de mexicanos. De ser la primera fuerza política nacional, se pasó a la cuarta.
Y desde1029 a la fecha se han perdido más de 2 mil 50 gobiernos municipales, hoy en tres entidades federativas el PRI no tienen ningún diputado federal y en cinco estados sólo tenemos un diputado federal. En 32 entidades hoy sólo gobernamos tres. En 2018 gobernábamos 17, con todos estos datos queda claro el precipicio al que llevó al PRI, reitero, a la peor época de su historia.
Tuvo una oportunidad, como sucedió en 2000 y 2006, ante las derrotas presidenciales, de acercarse nuevamente a la militancia, de hacer lo que era el PRI: una comunidad en la que todos cabían, eran escuchados y podían participar. Todo lo contrario, se acercó a hacer acuerdos con el gobierno, acuerdo que le convenían a su persona
Incluso, puso en varias ocasiones en riesgo a la alianza, ordenando a algunos legisladores en lo local y en lo federal a que actuaran de acuerdo all que él había pactado. Que quede claro, Alejandro Moreno rompió con la unidad de los priistas, rompió con el PRI de Plutarco Elías Calles, con el PRI de Lázaro Cárdenas, de López Mateos. Hoy de este PRI no queda nada.
Alejandro Moreno no entendió ese PRI en el que creemos, en el poder de la política, no el de la política del poder, no el de el encono, sino el de la construcción, ese es el PRI con el que acabó.
Hoy, con profunda tristeza y en un acto de congruencia con la militancia y de responsabilidad con México, anuncio nuestra renuncia al PRI, concientes del impacto que tendrá por el momento político que vive nuestro país.
Lo hacemos convencidos de que ayudaremos más al refundamento de nuestra democracia. Nunca nos quedaremos callados, inconformes con actos autoritarios. Nos toca actuar con fe en nuestros principios. Que quede claro: siempre estaremos agradecidos con el partido, siempre estuvimos ahí.
Por eso decimos a todos los que han creado y acompañado que estaremos para ellos, que no los dejaremos solos. Sabemos que preferirán tener el orgullo de una decisión pensada en México que en la nostalgia de quedarse esperando el fin anunciado. Tendremos reuniones en todo el territorio para reunirnos con todos aquellos que nos han manifestado su apoyo.
Hoy anunciamos también que nos constituiremos como un grupo que buscará fortalecer la democracia, dignificar la política. No se equivoquen, ni nos retiramos de la política, ni nos hacemos a un lado, hay mucho más que hacer por este país, eso nos toca a toda y todos.
No importa la circunstancia en la que nos encontremos, lo más importante es que seguiremos estando. Para que algo bueno pueda nacer, algo debe terminarse, 'porque el que vive más de una vida, debe morir más de una muerte'. Si no se puede cambiar desde dentro, lo vamos a cambiar desde fuera, de la mano de la sociedad civil.
Los que estamos aquí vamos de la mano siempre con la sociedad civil, quienes estamos aquí creemos en la suma, pero con la ciudadanía, para enfrentar a quienes pretenden destruir lo que nos ha costado tanto trabajo a los mexicanos construir.
Vamos a defender y fortalecer nuestra democracia, tenemos que regresar a tener un México próspero, que tenga como principal preocupación el bienestar de las y los mexicanos, nos ponemos como siempre a ser voz de quienes no la tienen.
Que no se les olvide que quienes no saben unir, terminan siempre quedándose solos. Vale más hacer que no hacer, sólo pierde su dignidad quien pierde sus convicciones, nosotros estamos y seguimos firmes en esto. Dar ejemplo no es la principal manera de convencer a los demás, es la única manera.
