Fernando Dworak: Tres escenarios para Marcelo

Es un político hábil y capaz, pero eso no le dará para un rompimiento con Morena
Es un político hábil y capaz, pero eso no le dará para un rompimiento con Morena
Marcelo Ebrard.Es un político hábil y capaz, pero eso no le dará para un rompimiento con Morena
Cuartoscuro
autor
Fernando Dworak
Analista y consultor político
2023-09-07 |07:07 Hrs.Actualización07:06 Hrs.

Al atardecer del 6 de septiembre, todo pareciera indicar que la pugna de Marcelo Ebrard se alargará durante varios días. Esto tiene una lógica clara: mostrar músculo político e incrementar su valor rumbo a las elecciones. En el mejor de los escenarios, para lograr un acomodo óptimo a cambio de levantarle el brazo a Claudia Sheinbaum. En el peor, tener algún valor ya sea para apoyar a otro partido o ser él mismo un candidato.

¿Le hicieron lo mismo que a Manuel Camacho? No creo en historias cíclicas y ya estaba cantado desde hace meses que Claudia Sheinbaum tenía mayores apoyos: no era un volado entre dos personas, como sucedió en 1994. 

¿Qué tan dispuesto estará Ebrard de pasar a otro partido? Indiscutiblemente es la única persona que ha dado un éxodo creíble desde el neoliberalismo salinista hasta el obradorismo, pasando por el PVEM, el extinto PCM y algunos guiños a MC. Sin embargo, cuando empezó su travesía era mucho más joven y entrón, para oponerse al Fobaproa durante el sexenio de Ernesto Zedillo, tener el olfato para apoyar a López Obrador como candidato del Centro Democrático en 2000 y tejer un capital político propio desde el gobierno del Distrito Federal

Como secretario de Relaciones Exteriores, ha sabido ganarse el reconocimiento de propios y extraños, de tal forma que hay sectores de la opinión pública que piensan que él “se cuece aparte” al compararlo con el resto del gabinete. Es indiscutiblemente un político hábil y capaz, pero no afirmaría que eso le dé para un rompimiento con Morena.

¿A qué voy? A que si, con este bagaje y capital político los guinda lo dejan ir, es porque simple y llanamente carece de poder de chantaje real. Quizás esto se resuelva antes del viernes, o quizás dure una o dos semanas, pero en el inter van algunos escenarios sobre cómo podría terminar esto, del mejor al peor para el político:

Primer escenario: el acomodo. En este escenario, sea por la capacidad de convocatoria que tenga Ebrard durante su asamblea del lunes, una declaración favorable del presidente en su “Mañanera” o declaraciones de morenistas, el excanciller es llamado por Claudia Sheinbaum para dialogar. Tras una reunión que se alarga por varias horas, salen los dos celebrando la unidad. Resultado: la continuidad de su carrera política de 2024 a 2030, desde un cargo con alta relevancia mediática.

Segundo escenario: la escisión. Ebrard logra aglutinar un grupo sólido y, ante los ataques del ala radical de Morena, se rompe toda posibilidad de negociación y sale. ¿Lo recibirá Movimiento Ciudadano? Seamos realistas: se está desgajando ante el dilema de apoyar o no a la senadora Gálvez, como para que le metan más ruido. ¿El Frente Amplio? Quizás le darían alguna senaduría, pero seguramente la coordinación ya está pactada desde hace meses. ¿Mantenerse en la órbita del obradorismo dentro del PVEM? Sería una jugada lateral, y podría acomodarse mejor en el próximo sexenio. Buena parte de este resultado dependerá en buena medida en la existencia de un ebrardismo más o menos nutrido.

Tercer escenario: aplastado por la cargada. Ya sea entre el jueves 7 o hasta el sábado 9, la proclamación de Claudia Sheinbaum como la “corcholata” ganadora es tal, que el equipo cercano de Ebrard comienza a buscar acercamientos con la ganadora. Poco a poco, el excanciller se va quedando solo, teniéndose que contentar con un premio de consolación menor al que pudo haber aspirado.

Naturalmente, pueden pasar muchas cosas fuera de tres escenarios pensados al calor de los acontecimientos. Sin embargo, la mejor manera de no sufrir engaños es no autoengañándose con expectativas fantasiosas.