El Partido Revolucionario Institucional (PRI) enfrenta la mayor crisis de su historia al quedarse con tres de las 32 gubernaturas en México, además de una ruptura interna, luego de que representantes y figuras de la hayan solicitado la salida del actual presidente nacional, Alejandro 'Alito' Moreno tras la pérdida de 11 estados en sus dos años de gestión.
De acuerdo con corrientes internas, Alejandro Moreno Cárdenas no han sido capaz de recuperar la confianza de la sociedad ni de construir una propuesta atractiva para el electorado, luego de que por 70 años fuera el partido político hegemónico.
A todo esto se suman controversias por acusaciones a diversos priistas por casos de corrupción, malversación de fondos y peculado.
Aunque estos no han sido los únicos fracasos del Revolucionario Institucional pues en su historia moderna ha enfrentado importantes caídas. Te contamos cuáles son.
LOGROS Y FRACASOS
Alejandro 'Alito' Moreno
El actual presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) será recordado como uno de los dirigentes más perdedores, ya que redujo a tres gubernaturas el poder del partido que retuvo el poder presidencial por más de 70 años.
'Alito' llegó a su cargo en una elección conflictiva al vencer a Ivonne Ortega. En la dirigencia se quedó él y Carolina Viggiano como secretaria general.
En ese momento, el PRI gobernaba 11 entidades: Sonora, Sinaloa, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí, Hidalgo, Tlaxcala, Estado de México, Colima, Oaxaca y Campeche.
Luego del proceso intermedio, solo conservaron Coahuila, Hidalgo, Oaxaca y el Estado de México, entidades que nunca habían tenido alternancia, por lo que eran consideradas bastiones del partido y se creía que el PRI tenía la facultad de posicionar gobernantes.
Sin embargo, en 2022 llegó un nuevo golpe, pues el 5 de junio volvió a perder otras dos gubernaturas: Hidalgo y Oaxaca.
Pese a los malos resultados y la exigencia de miembros del PRI, Moreno planea jugarse la retención de Coahuila y el Estado de México, y de 2024, donde apuesta por “dar tiro” a Morena junto con sus aliados e incluso se considera como candidato presidencial.
'Alito' también ha estado envuelto en escándalos, luego de que se filtraran audios en los que habla de supuestos sobornos y cirugías estéticas.
Enrique Ochoa Reza
Llegó al cargo el 13 de julio de 2016 y hasta el 2 de mayo de 2018. A diferencia de sus antecesores, Enrique Ochoa no tenía experiencia en curules ni brincó de una dependencia a otra. Su labor se había centrado en el Derecho y el Sector Energético. Fue el designado para 'rescatar' al PRI en un momento de crisis.
La gestión de Ochoa Reza será recordada por ser durante la cual el PRI le quitó los candados a sus estatutos y así permitir que fueran asignadas sus candidaturas a simpatizantes del partido. Fue en agosto de 2017 cuando el tricolor aprobó este cambio durante su asamblea.
Esa reforma a los estatutos priistas permitió que ese partido postulara, por primera vez en su historia, a un candidato presidencial no afiliado al partido: José Antonio Meade.
También le tocó liderar al PRI en las tres elecciones para gubernaturas de 2017: Estado de México, Coahuila y Nayarit. El tricolor obtuvo el triunfo en dos de ellas: Alfredo del Mazo Maza venció a Delfina Gómez y Morena en el Edomex y, pese a rebasar el tope de gastos de campaña, las autoridades electorales validaron el triunfo del priista Miguel Riquelme en Coahuila, frente a Guillermo Anaya del PAN.
Además, durante su gestión, el PRI concretó las expulsiones de las filas del partido de los exgobernadores Roberto Borge, César Duarte, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández.
Todos estos personajes fueron acusados por distintos delitos durante sus administraciones, desde lavado de dinero hasta vínculos con delincuencia organizada.
Manlio Fabio Beltrones
El exgobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, renunció a la dirigencia nacional en 2016, luego de que el partido perdiera 7 de las 12 gubernaturas que tenía, durante el proceso electoral en 2015.
En aquella ocasión, dio a conocer la noticia en una conferencia de prensa, en la que aseveró que era necesario hacer una pausa, al considerar "histórica" la derrota, al quedarse sin bastiones como Durango, Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas.
Durante su intervención, en compañía de gobernadores, dirigentes de sectores, organizaciones, legisladores y más personajes del priismo reiteró que se requería una profunda reflexión sobre los resultados.
Pese a la derrota en siete entidades, Beltrones Rivera dejó al PRI al frente de 15 gobiernos estatales.
Pedro Joaquín Coldwell
Uno de los logros de Pedro Joaquín Coldwell, quien fue presidente del partido de diciembre de 2011 a noviembre de 2012, fue la recuperación de la presidencia por parte del PRI, con Enrique Peña Nieto como candidato.
El exlíder, que después se convirtió en secretario de Energía, consideró el triunfo como una renovación, "frente a la segunda generación de alternancia de la democracia mexicana".
En cuanto a resultados, aunque el Revolucionario Institucional volvió a tener "la grande", el partido perdió fuerza en el Congreso, pues pasó de 239 diputados y 77 senadores a 207 diputados y 60 senadores. En cuanto a gubernaturas, se quedó con las mismas 21 entidades.
Y respecto de los votos, Peña Nieto obtuvo más que Ernesto Zedillo (quien había sido el mandatario más votado de México), pero los 17.1 millones de votos en 1994 equivalían al 48.6 por ciento del total y los 19 millones de Peña Nieto fueron equivalentes al 38 por ciento.
En aquél momento, Coldwell aseguró que el partido se sometería a una reforma profunda, una transformación de su plataforma ideológica, de su organización interna y la forma en que se relaciona con la sociedad.
Dulce María Sauri Riancho
Dulce María Sauri fue dirigente del PRI en uno de los periodos más difíciles del partido. Su periodo fue del 1 de diciembre de 1999 al 4 de marzo de 2002, por lo que atravesó el momento en el que perdió la presidencia y llegó la alternancia en el año 2000 con el PAN y Vicente Fox.
Entre las cosas positivas, organizó el primer ejercicio de votación abierta, directa y secreta de militantes y simpatizantes para elegir al candidato de la presidencia de la República.